¡El millonario que gasta $2 millones al año para no morir pero... su obsesión lo está destruyendo!
2/25/2025, 9:02:00 PM - Internacional

Bryan Johnson, el magnate tecnológico que vendió su empresa Braintree a PayPal por $800 millones, ha emprendido una cruzada personal contra la muerte. Decidido a desafiar el envejecimiento, ha transformado su vida en un experimento extremo que, paradójicamente, podría estar acortando sus días.
Una mansión convertida en clínica
Transformó su mansión de $6.8M en un centro médico.
— Eloy Portell (@EloyPortell) February 25, 2025
Contrató 30+ doctores para monitorear 70 órganos.
Su rutina diaria es extrema:
- 1,977 calorías exactas
- 67 minutos de ejercicio
- Dormir a las 8:30 PM en punto
Pero su obsesión va aún más lejos. pic.twitter.com/r5uKPCFgxa
Johnson ha invertido $6.8 millones en convertir su hogar en un centro médico de vanguardia. Con más de 30 médicos supervisando meticulosamente 70 de sus órganos, su vida diaria se ha convertido en una rutina rigurosa:
Dieta estricta: consume exactamente 1,977 calorías diarias.
Ejercicio diario: dedica 67 minutos al entrenamiento físico.
Horario inflexible: se acuesta puntualmente a las 8:30 PM, sin importar las circunstancias.

Medidas extremas de monitoreo
La obsesión de Johnson por controlar cada aspecto de su salud lo ha llevado a prácticas inusuales:
Cápsula digestiva: ingerió una microcámara que capturó 33,000 imágenes de su tracto intestinal.
Exámenes constantes: se somete regularmente a colonoscopias, resonancias magnéticas y análisis de sangre.
Monitorización íntima: utiliza un dispositivo llamado "Morning Glory" para registrar sus erecciones nocturnas.
Johnson llama comer una galleta un acto de violencia contra su cuerpo.
— Eloy Portell (@EloyPortell) February 25, 2025
Se va a la cama a las 8:30 PM, incluso si está en medio de una conversación con sus hijos.
Su rigidez ha limitado su vida social.
En su intento por vivir más, ha dejado de vivir.
Pero hay algo aún… pic.twitter.com/bcRMznO3FS
Consecuencias alarmantes
A pesar de sus esfuerzos por alcanzar la inmortalidad, los resultados no son los esperados:
Descenso de testosterona: su producción hormonal ha disminuido drásticamente.
Metabolismo comprometido: la restricción calórica podría estar afectando negativamente su metabolismo.
Aislamiento social: su rigidez ha limitado su vida social y familiar; interrumpe conversaciones con sus hijos para cumplir con su horario de sueño.
Las investigaciones son claras:
— Eloy Portell (@EloyPortell) February 25, 2025
Las conexiones sociales son clave para la longevidad.
Las comunidades más longevas del mundo priorizan las relaciones y el propósito.
No dependen de tecnología avanzada ni de decenas de pastillas.
Su secreto es simple:
- Hábitos… pic.twitter.com/tx1tFb77No
La paradoja de la inmortalidad
En su afán por prolongar su existencia, Johnson ha llegado a considerar el simple acto de comer una galleta como una "violencia" contra su cuerpo. Sin embargo, estudios indican que las conexiones sociales y un propósito de vida son fundamentales para una longevidad saludable. Comunidades longevas, como las de Okinawa, Japón, priorizan las relaciones humanas y hábitos de vida equilibrados sobre tecnologías avanzadas o regímenes estrictos.
Los japoneses han perfeccionado este equilibrio.
— Eloy Portell (@EloyPortell) February 25, 2025
- Su dieta rica en fermentados apoya la salud intestinal.
- Mantienen un estilo de vida activo y natural.
- Okinawa es hogar de una de las poblaciones más longevas del planeta.
Pero aquí está la lección más importante... pic.twitter.com/VdvSp8Tqzc
Reflexión final
La historia de Bryan Johnson sirve como advertencia: una obsesión desmedida por evitar la muerte puede conducir a una vida carente de significado y conexión. La verdadera clave de la longevidad podría residir en disfrutar plenamente de la vida, en lugar de intentar controlarla hasta el último detalle.