denuncia de acoso sexual contra Monedero para frenar su apoyo a Sumar

En el complejo entramado de la política española, una reciente revelación ha sacudido los cimientos de Podemos. Según informaciones exclusivas de 'El Periódico', la formación morada habría utilizado una denuncia por acoso sexual contra Juan Carlos Monedero, cofundador del partido, como herramienta para disuadir su respaldo a una alianza con Sumar, la plataforma liderada por Yolanda Díaz. ​

Tras las elecciones generales del 23 de julio, Monedero abogó públicamente por una estrategia de unidad en la izquierda, promoviendo una colaboración estrecha con Sumar. Esta postura chocaba frontalmente con la dirección de Podemos, que, bajo el liderazgo de Irene Montero e Ione Belarra, buscaba distanciarse de Díaz para impulsar una candidatura propia en las elecciones europeas. ​

La tensión interna escaló hasta el punto en que, según el citado medio, la dirección de Podemos habría advertido a Monedero que, si no cesaba en su defensa de la alianza con Sumar, sacarían a la luz una denuncia de acoso sexual presentada contra él. Esta amenaza dejó perplejo al cofundador, quien, según fuentes internas, expresó: "Me están amenazando con sacarlo, ¿crees que serán capaces?".

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La denuncia en cuestión habría llegado en una época en la que Irene Montero ostentaba el cargo de ministra de Igualdad. A pesar de la gravedad de las acusaciones, la ejecutiva de Podemos optó por no abrir una investigación interna, remitiendo el caso al tribunal interno del partido y manteniendo el asunto en discreción. ​

Este episodio pone de manifiesto las profundas divisiones y estrategias de poder dentro de Podemos, evidenciando cómo las denuncias de índole personal pueden ser instrumentalizadas en las luchas políticas internas. La utilización de una acusación tan seria como el acoso sexual como moneda de cambio política no solo afecta la imagen del partido, sino que también plantea serios interrogantes sobre la ética y los valores que promulga.​

Mientras tanto, la relación entre Podemos y Sumar sigue siendo tensa y compleja, con este nuevo escándalo añadiendo más leña al fuego de una alianza que parece cada vez más distante. La opinión pública y los militantes esperan respuestas claras y acciones contundentes que demuestren un compromiso real con la transparencia y la justicia dentro de las filas de la izquierda española.