Pelayo y Damián desatan la bronca más brutal por negarse a compartir recompensa con Montoya y Carmen

Lo que empezó como una prueba más en las playas de Honduras terminó por desatar una tormenta emocional sin precedentes. En la última jornada de ‘Supervivientes 2025’, un inocente pergamino con instrucciones para una dinámica acabó siendo el detonante de la mayor bronca de la edición hasta la fecha, poniendo al límite la convivencia entre los concursantes.

Todo comenzó con una prueba en la que los equipos debían recuperar 11 piedras perdidas por Poseidón, con la promesa de que serían canjeadas por recompensas. Aunque la dinámica se desarrolló con normalidad, la distribución de los premios encendió una chispa que acabó incendiando Playa Furia.

Pelayo y Damián decidieron no compartir sus recompensas con Montoya ni Carmen Alcayde, lo que desató una auténtica batalla campal que se extendió por más de seis horas. Tal fue la magnitud de la bronca que el programa se vio obligado a convocar un Oráculo extraordinario en directo para intentar calmar los ánimos y buscar una solución.

En Playa Calma, por ejemplo, Escassi compartió su trozo de bizcocho con Álex para levantarle el ánimo, mientras Anita repartió sus aguacates. Pero en Playa Furia, la historia fue muy distinta: Manu compartió con Makoke y Pelayo, y Pelayo devolvió el favor a Damián, dejando completamente fuera del reparto a Carmen y Montoya.

Las reacciones no tardaron en llegar. Carmen Alcayde estalló en directo, visiblemente molesta por lo que consideró un acto de egoísmo extremo:

“Estoy súper enfadada, me pareció súper injusto. Demostraron una vez más el egoísmo que tienen. Me parecen las personas más egoístas de la Tierra, hasta la muerte lo repetiré. Había una persona enferma y tres recompensas, y somos seis”.

Montoya, que recientemente había sido evacuado por motivos de salud y apenas comenzaba a recuperarse, también explotó:

“Esto ya huele a quemado. Hay que ser persona antes que concursante”, soltó en pleno Oráculo, entre aplausos y silencios incómodos.

El momento fue tan tenso que los propios presentadores tuvieron que intervenir para moderar la situación, sin demasiado éxito. El público, por su parte, no tardó en reaccionar en redes sociales, donde el tema se convirtió en tendencia, con muchos usuarios criticando la actitud de Pelayo y Damián, mientras otros defendían su libertad de decisión.

La polémica sigue viva y la convivencia pende de un hilo. ¿Será este el inicio de una guerra abierta entre bandos? ¿Podrán recomponerse los lazos rotos? Una cosa está clara: en ‘Supervivientes’, cualquier chispa puede encender un incendio… y este está lejos de apagarse.